Película de 1996 dirigida por Mike Nichols. Una pareja de homsexuales vive del espectáculo de drag-queens en South Beach sin problemas hasta que el hijo de uno de ellos aparece para decir que se va a casar. La situación se complica cuando les dice que sus futuros suegros son extremadamente conservadores, incluso él es senador republicano conocido por su defensa de la moral tradicional, y que les van a visitar en breve.
Adaptación de la obra de teatro de Jean Poiret en la que un matrimonio homosexual se enfrenta a una crisis ante la visita de un matrimonio extremadamente conservador. Nichols sabe explotar bien esta situación de forma que lleva al extremo el marco y los personajes del encuentro, creando numerosas escenas divertidas y ridículas. No teme caer en la provocación y no duda en utilizar cualquier recurso y momento para aumentar la diversión. En esto son clave los tres personajes homosexuales principales que, además, están fantásticamente interpretados por Robin Williams, Nathan Lane y Hank Azaria, todos amanerados pero acorde a su papel. Y el matrimonio conservador también se compone de dos veteranos y sólidos actores como Gene Hackman y Dianne Wiest. También suelta alguna puya sobra la hipocresía política pero no parece querer utilizar la película como vehículo crítico.
Buena y divertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario