jueves, 11 de noviembre de 2010

Una chica afortunada

Screwball comedy dirigida por Mitchell Leisen en 1937. Trata de un banquero millonario al que, por un pequeño accidente, relacionan con una bella joven. Coincide que el financiero está pasando por un momento de malas relaciones familiares, por lo que se piensa que está teniendo un romance con la joven desconocida. La confusión llegará a tener impacto hasta en la Bolsa de Wall Street...
El autor del guión es de uno de los reyes del screwball, Preston Sturges, quien pasó posteriormente a dirigir sus historias. La trama es original e interesante, y la confusión que da origen a todo el enredo tiene mucho potencial cómico. Pero aunque tiene buenos momentos, hay otros 100% típicos de las screwballs y pierde el nivel. Personalmente, no me hacen mucha gracia las caídas, choques, golpes y demás situaciones de este tipo de comedias. Prefiero un humor más inteligente y sagaz que la simple sucesión de imágenes extravagantes. El grupo de actores es, sencillamente, fantástico: Jean Arthur, Edward Arnold, Ray Milland y Luis Alberni. Todos demuestran sus espléndidos registros para la comedia, siendo difícil destacar a uno.
En definitiva, buena comedia pero con momentos absurdos y disparatados que no son gusto de todo el mundo.

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