jueves, 5 de febrero de 2015

Brubaker


Película de 1980 dirigida por Stuart Rosenberg. Un nuevo director llega a la corrupta prisión estatal y lo hace como si fuese un preso más. Eso le da la oportunidad de descubrir hasta qué punto la corrupción y el crimen dominan el lugar. Una vez que desvela su verdadera identidad, empieza a trabajar para corregir todos los aspectos detectados, pero se encuentra con la oposición de los presos privilegiados, los vecinos que se venían aprovechando y hasta de la clase política que no quiere cambiar nada.
Espléndido drama carcelario basado en la historia real de Tom Murton que destapó las horribles condiciones de corrupción y violencia que había en las dos prisiones estatales de Arkansas a finales de los 60. Salvo el hecho que Murton no entró en la prisión fingiendo ser un criminal, el resto de lo recogido en la cinta es bastante fiel a lo ocurrido en realidad, incluso se suavizan o se recogen de forma implícita las barbaridades que allí se cometían. La trama es lo suficientemente intensa y dramática como para captar la atención del espectador pero, además, está bien contada gracias al buen guión de WD Richter. Consigue mostrar estupendamente la trágica situación que vivían los presos pero sin cebarse innecesariamente con las partes más desagradables, y define adecuadamente a los personajes. Otro aspecto clave es el magnífico trabajo de su protagonista, el gran Robert Redford, en uno de los papeles más memorables de su carrera. Tiene buenos secundarios como Morgan Freeman, Murray Hamilton, M. Emmet Walsh...pero ensombrecen ante la actuación de Redford. Rosenberg hace un gran trabajo en una de sus mejores obras.
Muy buena.

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