miércoles, 24 de mayo de 2017

Hasta el último hombre


Película de 2016 dirigida por Mel Gibson. En plena II Guerra Mundial son muchos los jóvenes americanos que se alistan en el ejército para defender su país, entre los que está el joven Desmond Doss a pesar de ser objetor de conciencia. Quiere ir al frente para salvar vidas como médico pero no piensa tocar un arma ni matar a nadie, lo que le provoca muchos problemas entre sus compañeros y con los mandos militares que no entienden su postura e intentarán obligarlo a cambiar de idea o regresar a casa.
Gibson se pone tras las cámaras una década después para volver a dejar una película impactante tanto por lo que cuenta como por el duro realismo con que lo hace. Se trata del episodio real de un joven que quiso ir al campo de batalla en la II Guerra Mundial con el firme propósito de no matar a nadie (ni siquiera empuñar un arma) y sólo con el objetivo de salvar vidas. Es una historia fascinante de valores y principios personales, así como por las dificultades que el entorno (las personas) produce contra los mismos. La primera mitad tiene la dureza de mostrar ese entorno en contra y que quiere doblegar las creencias de las personas. En cambio, la segunda mitad se centra en el mismo frente de la batalla de Okinawa y se cuenta con tal realismo que parece que el espectador está en medio del conflicto. Gibson demuestra que es capaz de rodar con gran calidad tan diferentes circunstancias aunque, sin duda, el segundo escenario es impresionante y sorprende la crudeza que consigue mostrar. Las batallas son brutales, con escenas salvajes, que no dejan impasible a nadie. Muestra lo peor de la guerra y, también, una pequeña parte de lo bueno. El apartado técnico es de enorme calidad y también cuenta con magníficas interpretaciones entre las que destaca el trabajo del secundario Hugo Weaving que ensombrece al resto a pesar de que Andrew Garfield también hace un gran trabajo así como Vince Vaughn y otros.
Muy buena

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