Película de 2013 dirigida por Mike Flanagan. Un joven sale del internado psiquiátrico en el que ha estado durante una década después de matar a su padre después de que éste matara a su esposa. La hermana lo espera y lleva a la casa donde ocurrió todo pues quieren demostrar que todo lo que ocurrió fue por culpa de un antiguo espejo embrujado. Lo tienen todo preparado para ello pero no cuentan con que el espejo hará todo lo imaginable para protegerse.
Flanagan coescribe y dirige otra cinta del género habitual en que se mueve sobre un espejo maldito que se rodea siempre de muerte en los siglos de vida que tiene. Combina acción presente con los hermanos adolescentes con lo sucedido años atrás cuando eran niños. Este segundo escenario de los hechos funciona mucho mejor, es angustioso ver a los niños envueltos en esa situación que se va degenerando paulatinamente y que hace temer al espectador lo que vendrá después. Sin embargo, el momento actual es mucho peor e incluso hay escenas que rozan el ridículo, además de ser menos tensa y hasta más predecible. Lo mejor es que Flanagan no utiliza escenas expresas de violencia ni sangre para producir ese suspense y hasta miedo, sino que es mucho más sutil. Es un buen entretenimiento para los aficionados al género, mejor que muchas de las que tienen más éxito, aunque igualmente se olvida con facilidad.
Entretenida y con buenos momentos.
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