Película de 1991 dirigida por Jonathan Demme. Un asesino en serie que arranca parte de la piel de sus víctimas trae de cabeza al FBI. Uno de sus responsables decide mandar a una de las mejores estudiantes de la academia a visitar a un famoso asesino en una cárcel de máxima seguridad para ver si éste les puede dar pistas. Y en efecto, el criminal era un reputado psiquiatra que sabe cómo seguir la pista del asesino. Pero no será fácil sacarle esta información.
Impactante película que arrasó en taquilla y en premios, adaptación de la novela homónima de Thomas Harris. Se trata de uno de los mejores thrillers de las últimas décadas gracias a un genial guión, una sobria dirección, una cuidada realización y unas impresionantes interpretaciones. El guión de Ted Tally desarrolla hábilmente una trama de investigación muy interesante y va alternando partes muy inquietantes del asesino con otras de sus perseguidores. Por otro lado, Demme presta mucha atención a sus protagonistas sabiendo que son un pilar crítico de la historia y brinda numerosos primeros planos mientras rueda con mucha sobriedad pero eficazmente la acción. La puesta en escena está muy cuidada y todo encaja para que los actores se puedan lucir. Aunque todos están muy bien es Anthony Hopkins quien deja helado al espectador con su impresionante e inquietante interpretación del psicópata caníbal. Hace que este asesino quede en la memoria de todos los cinéfilos como uno de los criminales más fríos e inteligentes que se puedan recordar. También destaca la interpretación de Jodie Foster como la joven investigadora valiente pero frágil e inexperta. Todo ello hacen que la cinta tuviera merecidamente el éxito comentado.
Excelente thriller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario