miércoles, 29 de diciembre de 2021

Ciudadano Kane


 

Obra maestra de 1941 dirigida por Orson Welles. Un magnate de negocios y poderoso propietario de medios de prensa muere dejando una última palabra muy enigmática: Rosebud. Parece que nadie sabe qué quiso decir o qué se refería y un periodista intrigado por el misterio decide investigar para descubrirlo. Se acerca a todos aquellos que se relacionaron estrechamente con este hombre en algún momento de su vida, de forma que puede repasar toda su trayectoria.

Una de las mejores películas de la historia, para muchos la mejor, por la calidad intrínseca que atesora y por las innovaciones y técnicas que se pusieron en práctica por primera vez. Welles está inmenso en todas sus facetas artísticas pero es como director en la que luce más y se ve la pasión que puso en esta obra. Todo está muy pensado y trabajado: guion. movimientos de cámaras, encuadres, profundidad de campo, cualquier detalle/objeto que se recoge en el plano, actuaciones.... Y es que, además del propio Welles, hay mucho talento participando: Gregg Toland con la fotografía, Herman J. Mankiewicz coescribiendo el guion, Bernard Herrmann componiendo la banda sonora y actores de la talla de Joseph Cotten, Everett Sloane, Agnes Moorehead,... Aunque inicialmente pasó algo inadvertida o, más bien, no se le dio el reconocimiento merecido, poco a poco lo fue recibiendo hasta encumbrarla como la mejor película y/o la más influyente de la historia. Y sorprende que detrás de ella hubiera un jovencito de tan solo 25 años.

Imprescindible

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