Mítica película de 1956 dirigida por George Stevens. Narra la historia de una joven que se casa con un terrateniente y se marcha desde el civilizado Este hacia el árido Texas. Allí se encuentra un mundo social completamente distinto al que estaba acostumbrada y va descubriendo la enormes diferencias que la separan de su marido. Seremos testigos del discurrir de su vida hasta casi el final de la misma.
Conocidísima cinta basada en la novela de Edna Ferber y adaptada para la pantalla por Ivan Moffat y Fred Guiol. Es una gran historia con aventuras, drama, comedia, avaricia, odio, etc., por lo que es difícil que no guste. El único inconveniente podría ser su excesiva duración, pues se puede contar todo sin perder nada de fuerza restando bastantes minutos. Aún así, el resultado es una gran película, pues es una trama de mucha fuerza contado muy bien, pues rebosa calidad por todos lados: la fotografía de William Mellor, la música de Dimitri Tiomkin, las localizaciones, la dirección artística, el reparto... y todo bajo la magnífica batuta de Stevens. Para protagonizarla eligió a dos de las mayores estrellas del momento, Elizabeth Taylor y Rock Hudson, realizando ambos dos soberbias interpretaciones. Pero lo sorprendente es que, siendo quienes son y con tan buen trabajo, quedasen ensombrecidos por la presencia de un mito: James Dean. Las imágenes de éste en la película han pasado a la Historia del cine y han formado parte de nuestras vidas y las de varias generaciones desde entonces. Su trabajo en esta película es excelente, pero fue su muerte a los 24 años pocos días después de acabar el rodaje (encadenando tres grandes éxitos en 2 años) lo que le elevó a la categoría de mito. También podemos disfrutar de otros grandes secundarios, como de un jovencísimo Dennis Hopper, Mercedes McCambridge, Rod Taylor, Carroll Baker, etc.
Gran película que se hace imprescindible por su enorme popularidad.
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