domingo, 29 de agosto de 2010

Sólo los ángeles tienen alas

Película de 1939 dirigida por el genial Howard Hawks y considerada por muchos como una obra maestra. Narra las aventuras de un grupo de pilotos que trabajan en una ciudad portuaria sudamericana y que se ganan la vida llevando el correo en avioneta a través de las altas montañas que les rodean. El peligro forma parte de sus vidas y lo afrontan de una manera peculiar para poder seguir adelante. Una visitante casual se enamora del jefe de los pilotos e intentará entender y formar parte de esta vida.
Está realizada extraordiariamente, con grandes escenas de los arriesgados vuelos atravesando las montañas con climas muy adversos. Realmente interesantes y conseguidas estas escenas que le aportan tensión y emoción a la cinta. Los personajes están claramente definidos, destacando a un joven Cary Grant y a magnífico Thomas Mitchell. Además, fue el debut de Rita Hayworth, quien aún teniendo un pequeño papel, supera a la protagonista Jean Arthur. El guión es bueno, con diálogos ágiles y un final soberbio (la manera de Cary Grant de pedir lo que desea). Pero a pesar de la calidad de la realización y de la maestría con que está dirigida, le falta algo más a la relación entre los personajes (que no a las aventuras), algo que le añada más intensidad y realismo a cómo se desarrollan y mantienen esas relaciones.
Buena película, de gran calidad pero sin alcanzar la de otras de este director o de sus protagonistas.

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