domingo, 29 de agosto de 2010

Suspense

Gran historia de fantasmas de 1961 con una sobresaliente dirección de Jack Clayton y guión de Truman Capote basado en la novela "The turn of the screw" de Henry James. Desde antes de la primera toma ya nos inquieta con la canción que se repite continuamente "O willow waly". La trama consiste en el encargo a una institutriz de cuidar a dos hermanos que viven en una casa de campo junto a varios sirvientes. Cuando ésta llega se encuentra a dos tiernos y educados niños pero va descubriendo que dos empleados que murieron tiempo atrás aún intervienen en la vida de los que habitan la casa. Tiene algunos ingredientes clásicos para hacer una cinta de terror: gran mansión, amplios jardines con lago incluido, sirvientes, niños, tragedias ocurridas con anterioridad, institutriz....Y todo mezclado y desarrollado inteligentemente para ir aumentando la tensión en el espectador. Clayton nos da una visión ambigüa tanto de los hechos como de los personajes, especialmente con los niños (espléndidas interpretaciones de ambos, increíblemente perturbadores y malignos). Éstos nos harán removernos en nuestros asientos, dudando de lo que vemos y esperando cualquier cosa de ellos en cada escena. También nos surgirán dudas de la aparentemente bienintencionada institutriz, brillantemente encarnada por Deborah Kerr. La música y la fotografía contribuyen a crear esa atmósfera de tensión pretendida por el director.
Muy recomendable película de terror psicológico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario