lunes, 23 de mayo de 2011

Los Blandings ya tienen casa

Comedia de 1948 dirigida por H.C.Potter. Una familia neoyorquina vive en un pequeño piso de la ciudad y, tras plantearse hacer alguna reforma, deciden irse a las afueras para encontrar la casa de sus sueños. No sólo las cosas no salen como planeaban sino que además el marido empieza a sospechar de la fidelidad de su esposa.
Basado en la novela de Eric Hodgins, el guión de Norman Panama y Melvin Frank resulta bastante sencillo, sin explotar todas las posibilidades que se generan. El argumento da para situaciones cómicas y el director lo aprovecha desde un punto más visual que de diálogos. Tiene un arranque muy prometedor con una visión irónica de la Gran Manzana, pero el ritmo se interrumpe bruscamente y se hace muy lento, especialmente para una comedia de este tipo. Aún así tiene su encanto, sobre todo por el trío protagonista y, muy concretamente, por el genial Cary Grant y sus caras tan expresivas. La película sirvió de inspiración para un remake en los 80 protagonizado por Tom Hanks. Una curiosidad interesante es una de las críticas del protagonista, donde se queja de lo difícil (por caro) que es tener una casa decente para un ejecutivo, por lo que entiende que es imposible para una pareja joven, crítica que es incluso más válida hoy día que hace más de 60 años.
Algo fallida comedia pero con encanto.

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