Estupenda película de 2006 dirigida por Stephen Frears. Cuenta los sucesos políticos, sociales y familiares (de la familia real) que se desencadenaron tras la elección de Tony Blair como primer ministro del Reino Unido y la muerte de Lady Di poco tiempo después.
Frears consigue un equilibrio muy difícil entre entretenimiento y narración de sucesos reales conocidos por todos (al menos, la apariencia superficial), sin caer en la parodia o caricatura de los personajes. Todo lo contrario, lo hace con gran tacto, respeto y sutileza. Tiene un excelente guión de Peter Morgan que, a partir de la información que se tiene de aquellos días tras el accidente de París y del carácter que se conocen de las personas que intervienen, presenta una interpretación de lo que pudo perfectamente pasar. Lo que algunos calificaron como una crítica a la Reina es todo lo contrario puesto que se da una explicación razonada a la postura que mantuvo la Casa Real en aquellos días. Retrata a la Reina como una persona bien preparada, respetuosa, con ganas de trabajar para y ser querida por los británicos; no tan bien quedan su esposo e hijo. Consigue que nos interesemos por unos hechos que conocemos y nos muestra mucho mejor a estas personas y sus mentalidades. Además, los actores están muy bien en sus respectivas interpretaciones, destacando el especial trabajo de Helen Mirren, realmente impresionante. Encarna a la Reina con sensibilidad, sin desmanes o exageraciones, con tanto respeto que la propia Isabel II la invitó a para conocerla.
Gran película de hechos reales recientes.
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