miércoles, 7 de septiembre de 2011

Las minas del rey Salomón

Clásica cinta de aventuras de 1950 dirigida por Andrew Marton y Compton Bennett. La señora Curtis viaja al corazón de África con su hermano con el objetivo de contratar a un explorador e iniciar una misión de búsqueda de su marido. Éste se adentró en una zona desconocida tras la leyenda de unas minas de diamantes, pero nunca regresó. El mejor explorador de la zona es inglés pero es reacio a aceptar el trato porque entiende que es una misión suicida, pues nadie ha regresado de la zona en cuestión. Pero una buena suma de dinero le convencen y se ponen rumbo al peligro.
Se trata de la mejor y más conocida adaptación del clásico de la literatura de H. Rider Haggard, siendo el guión de Helen Deutsch. Se rueda con la intención de aprovechar las bellas imágenes que proporcionan el desierto, la jungla, los poblados indígenas,... de África. Sin duda se hace con el romanticismo (con tópicos y hasta superficialidad) comunes de esta época en Hollywood, lo cual le quita algo de realismo pero ni una pizca de belleza y aventura. Tiene buen ritmo y, para todo lo que cubre el viaje, se desarrolla bien, sin cambios bruscos o inconexos. Los protagonistas están bien elegidos, pues realizan buenas interpretaciones y hay química entre ellos. Supuso el lanzamiento de Stewart Granger como héroe de aventuras, papel que repetiría en varias ocasiones, y el comienzo de una época dorada para Deborah Kerr. La pareja tuvo tanto éxito que repetirían en más ocasiones.
Gran cine de aventuras y entretenimiento.

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