miércoles, 14 de septiembre de 2011

El precio del poder

Conocida película de 1983 dirigida por Brian de Palma. Tony Montana es un inmigrante cubano que llega en la oleada de criminales procedentes de ese país a USA en 1980. Debido a su desmedida ambición y falta de escrúpulos, va subiendo dentro de la mafia hasta convertirse en uno de los más importantes narcos. Pero estar en la cima no le da ninguna tranquilidad y sólo aumenta su desconfianza y problemas tanto con la ley como con el resto de bandas traficantes.
Estupenda película de este director que venía de homenajear a Hitchcock con Impacto, Vestida para matar y Fascinación. Se mete en el mundo de la mafia, muy concretamente la que había en Florida con motivo del tráfico de drogas y que tuvo un impulso tras la llegada masiva de criminales cubanos en mayo de 1980. Es un remake de la excelente película de 1932 del maestro Howard Hawks, cambiando el alcohol por la cocaína. En este caso de Palma es mucho más expreso con la violencia y elimina el romanticismo que podía rodear a los que hacían negocio por la ley seca. Retrata ese mundo con más realismo, mostrando el nulo valor de una vida para este tipo de gente y cómo el dinero da poder pero también tiene un altísimo coste. Las interpretaciones son espléndidas, con un Al Pacino pletórico (genial en su encarnación del hortera sin escrúpulos y ambicioso, y mejor verlo en versión original para poder escuchar cómo habla con acento cubano y usando expresiones latinas) y un grupo de secundarios que están a su nivel, destacando F. Murray Abraham y Robert Loggia. La banda sonora de Giorgio Moroder es muy buena, pero los sonidos electrónicos que tanto gustaban a este compositor a veces no terminan de encajar con las escenas que vemos.
Gran película sobre la ambición desmedida.

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