miércoles, 5 de octubre de 2011

Los mejores años de nuestra vida

Magnífica película de 1946 dirigida por el maestro William Wyler. Tres veteranos de guerra de la misma ciudad se conocen en el avión de regreso a casa. No tienen nada en común salvo el hecho de haber luchado en la II Guerra Mundial y ser del mismo pueblo, pero aún así es suficiente para crear un lazo de amistad entre ellos. A pesar de la felicidad que sienten por la vuelta, están nerviosos por lo que supone retomar su antigua vida tras varios años y haber vivido una experiencia que les ha marcado para siempre, tanto físicamente en algún caso como psicológicamente. Tras ser recibidos como héroes empiezan a sufrir problemas de adaptación.
Es conocido que Hollywood y sus estrellas colaboraron de diferentes maneras con el ejército y sus soldados durante la II Guerra Mundial. Una vez ganada y dada la merecida bienvenida a los héroes, se pasó la página casi inmediatamente. Wyler, que había estado haciendo documentales en primera línea de fuego y por lo que se quedó parcialmente sordo, hizo esta película para volver a destacar el heroísmo de todos esos hombres que tuvieron que dejar sus vidas y volver a ellas varios años después tras haber vivido experiencias escalofriantes (matar a personas y ver morir a compañeros). Mostraba cómo el regreso no era nada sencillo, independientemente del rango, del cuerpo del ejército, las circunstancias familiares, económicas, etc. Estaban profundamente marcados y sus escalas de valores eran ahora distintas, y encontraban que la sociedad que les dio la bienvenida como héroes enseguida se tornó poco comprensiva y hasta hostil. Por todo ello, como reflexión y documento esta cinta es extraordinaria. Además, Wyler eleva la calidad hasta un nivel sobresaliente en todos los aspectos. La fotografía de Gregg Toland es excelente, brillando especialmente en las escenas con gran profundidad de campo (todas ellas preciosas); el guión de Robert E. Sherwood es uno de los pilares sobre el que Wyler construye esta espléndida obra; la dirección artística es impecable; la elegante dirección del maestro es genial; etc. El reparto es impresionante: Dana Andrews, Fredric March, Myrna Loy, Harold Russel (el único en ganar dos oscar por un papel, uno de ellos honorífico), Teresa Wright, Virgina Mayo,...
Imprescindible

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