sábado, 6 de octubre de 2012

Las manos de Orlac

Película de 1935 dirigida por Karl Freund. Un conocido cirujano se enamora de una actriz de teatro y va a diario a verla actuar hasta que la obra se retira y ella decide dedicarse a su marido, un famoso pianista. Pero éste tiene un accidente y deben amputarle las manos, así que ella decide recurrir al cirujano para que le opere y salve las manos. Dado que no ve solución, el medico decide transplantarle las manos de un asesino que acaba de ser ejecutado a muerte. La novela de Maurice Renard es adaptada a la gran pantalla por el reputado director de fotografía Karl Freund que decide saltar tras la cámara. Lo hace con esta historia de ciencia ficción, al menos para la época, que mezcla una historia romántica que conduce a la obsesion y locura, con otra fantástica sobre las consecuencias de un trasplante. Además del buen guión y la excelente fotografía de Gregg Toland y Chester A. Lyons, la pieza clave es la inquietante interpretación y hasta concepción de un genial Peter Lorre. Muestra perfectamente lo que siente el protagonista, y lo hace de una forma tranquila y sosegada, que hace que sea aún más inquietante. Su rostro y, en especial, su mirada sobrecogen. Espléndida cinta de suspense con tintes de terror.

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