domingo, 21 de octubre de 2012

Adios, Mr. Chips

Película de 1939 dirigida por Sam Wood. Un joven profesor se incorpora a la plantilla del reputado colegio Brookfield, tan asustado como los niños que empiezan a ir a la escuela. Se trata de una persona muy tímida, conservadora y correcta, aunque con mucha vocación. Este carácter le hace ser un buen profesor pero algo alejado de los alumnos. Un verano se va con un compañero austríaco a los Alpes, donde conocerá a una mujer que le cambiará la vida. Bonita historia procedente de la novela de James Hilton llevada a la gran pantalla con mucho acierto, constituyendo una conmovedora y encantadora película. Transmite mucho amor (entre compañeros, hacia la profesión, a los niños, a la pareja...) y tiene un proporcionado equilibrio entre el drama y la comedia. El personaje principal se hace querer casi desde el primer minuto y es uno de esos personajes que el espectador siempre lleva consigo. Además, está interpretado genialmente por Robert Donat, encarnando perfectamente al protagonista durante todas las etapas de la vida que se retratan y que hace que su papel sea muy enternecedor. Igualmente de dulce aparece su pareja, la estupenda Greer Garson, con otro papel de mujer de carisma que influye de forma importante en todos los que la rodean. Wood consigue que todo encaje y funcione estupendamente para que dejar una bonita huella en los afortunados que la disfrutan. Sin duda, mucho mejor que la versión que se hizo 30 años después. Imprescindible.

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