martes, 22 de mayo de 2018

Robin Hood: Príncipe de los ladrones


Película de 1991 dirigida por Kevin Reynolds. Tras luchas en las cruzadas y estar en prisión muchos años, el hijo de un caballero inglés regresa a su patria. Pero lo que se encuentra es muy distinto al país que dejó ya que el rey no ha regresado y un tirano pretende hacerse con el poder sin dudar en explotar a todo el pueblo.
Otra revisión de la leyenda de Robin Hood, esta vez en forma de superproducción y en versión palomitera con varias estrellas de Hollywood. Está bien realizada, con bastante acción y algunos toques de humor, y dando una versión clásica y hasta romántica del héroe y caricaturesca del villano (si no fuese por varias escenas con contenido sexual de éste sería apta para toda la familia). Todo ello junto a una bonita canción que lanzó a la escena internacional a Bryan Adams hizo que encajara como un éxito de taquilla. Ni intenta acercarse a una mínima realidad de lo que pudo ser este personaje ni el entorno social que habría, sólo se trata de una cinta de entretenimiento que busca hacer pasar un buen rato. Y si el espectador no es crítico con la historia que cuenta ni con los personajes lo consigue. Cuenta con un reparto encabezado por la estrella del momento, Kevin Costner (bastante flojito), y con algunos actores que se consagrarían como Morgan Freeman y Alan Rickman (lo mejor de la película), y otros que sólo disfrutaron de la fama por un período como Christian Slater y Mary Elizabeth Mastrantonio.
Versión palomitera del clásico.

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