viernes, 25 de febrero de 2011

Cara de ángel

Interesante título de cine negro de 1952 dirigido por Otto Preminger. Un conductor de ambulancias atiende un servicio en una mansión de una familia adinerada lo que parece ser un intento de suicidio. Allí conoce a la hija de la familia, con quien se empieza a ver y acaba ofreciendo un puesto de trabajo como chófer de la familia. Él accede, pero más adelante empieza a sospechar que es parte de una trama macabra.
Es interesante porque, además de su calidad, no sigue los patrones clásicos de este tipo de trama. Incluso llega un momento en que el espectador cree haber predecido todo lo que va a suceder pero luego descubre que no es así. Preminger transmite su buen hacer tras las cámaras, aunque no sea éste su mejor trabajo. Consigue atrapar al espectador y hacer algunos cambios de dirección en el argumento bastante inesperados (algunos estupendos porque hacen que se salga de lo convencional, y otros poco acertados porque no son creíbles e incluso absurdos). Tiene un buen guión, salvo en algún momento que le resta credibilidad a la historia, y que es bien explotado por el director para crear una buena atmósfera de suspense. A ello ayuda la interpretación de la pareja protagonista, unos excelentes Robert Mitchum y Jean Simmons. En general tiene un ritmo espléndido, pero decae en algún momento para alargar innecesariamente la película. Un aspecto que sobresale es la banda sonora de Dimitri Tiomkin, con grandes piezas que acompañan excepcionalmente a las escenas.
Buena e interesante película, bastante recomendable.

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