Película de 2000 dirigida por Ridley Scott. Tras otra gran victoria, el general Máximo recibe la visita del César, quien le confiesa que quiere dejarle el poder de Roma para que se lo devuelva al Senado, deshaciendo el Imperio y volviendo a ser una República. Esa misma noche el César muere y Máximo está convencido de que ha sido asesinado por su propio hijo al recibir la noticia de que no iba a convertirse en emperador. Ello le hace no jurarle fidelidad y el nuevo César ordena que le maten a él y a su familia. Pero los soldados fallan con el general y Máximo tendrá como único objetivo vengarse.
Cinta que cosechó un gran éxito de crítica y público haciendo que este género olvidado volviera a la primera línea de la cartelera. Scott demuestra su habilidad en lo visual y lleva a la gran pantalla una película épica desde la primera escena a la última. Abre con una espectacular batalla rodada de forma excelente, y luego recrea varias luchas de gladiadores a cual más llamativa. Es puro entretenimiento, puro espectáculo con una perfecta combinación de efectos especiales y puesta en escena. El guión es su punto más débil porque, además de carecer de rigor histórico aunque con personajes reales, no llega a hilvanar la historia de forma sólida. Lo demás aspectos son brillantes, desde los técnicos a los artísticos. Tiene un buen reparto con algunos actores veteranos de renombre como Richard Harris, Oliver Reed y Derek Jacobi (un lujo y una delicia) junto con otros más jóvenes y estelares en la actualidad como Russell Crowe (con un buen trabajo pero no para los premios que recibió) y Joaquín Phoenix (excelente). La banda sonora de Hans Zimmer y Lisa Gerrard es extraordinaria, una maravillosa combinación de música instrumental y de voz.
Espléndida, emocionante y espectacular cinta de aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario