Película de 1955 dirigida por el maestro William Wyler. Tres peligrosos asesinos escapan de prisión y se refugian en la casa de una familia del pueblo al que consiguen llegar. El matrimonio y sus dos hijos viven con terror la situación y esperan con nerviosismo el momento de la marcha de los criminales. Éstos esperan a una compañera que les recogerá con un coche y dinero, pero sufre un percance y se retrasa, para desesperación de la familia.
Adaptación de la exitosa obra de teatro homónima con un estupendo guión del propio autor, Joseph Hayes. Por la propia trama, su desarrollo y la puesta en escena, engancha rápidamente al espectador y consigue mantener una buena dosis de tensión durante todo su metraje. Tiene buenos personajes tanto como víctimas como criminales, lo que le da un buen equilibrio y una credibilidad razonable (hay aspectos o detalles de los malos que no son necesarios). Además, cuenta con una pareja de lujo con los veteranos Fredric March y Humphrey Bogart haciendo unos buenos trabajos (incluso destacando el primero por encima del mítico Bogart) y la elegante dirección de Wyler que, además, dota de un espléndido suspense la historia. Otros actores del reparto no están a la altura y desmerecen un poco la película, pero aún así el resultado es bueno sin llegar a ser una de las "grandes" de este director.
Bastante buena.
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