Película de 1988 dirigida por Mike Nichols. Una secretaria ansía una oportunidad en la que demostrar su preparación y capacidad, pero sigue comprobando una y otra vez que sólo la tratan como una asistente más o, peor aún, como un objeto sexual. Tras una gran decepción con su última jefa, decide saltarla para hacer una atrevida propuesta a unos clientes, necesitando la colaboración de un ejecutivo que desconoce su verdadera posición.
Entretenida cinta sobre el éxito y el complicado (e injusto, frecuentemente) camino de ascenso profesional en las empresas, especialmente para las mujeres. Tiene una estética muy particular de la época que hoy en día se ve con auténtico horror, en cuanto a los peinados y vestuario se refiere. Tuvo mucho éxito y lo que más ha trascendido en el tiempo es la estupenda canción principal, Let the river run de Carly Simon, que inspira toda la banda sonora. Además, cuenta con un hábil guión que utiliza una historia poco original pero que la sabe desarrollar adecuadamente. Y un reparto acertado con actores importantes: Melanie Griffith, Sigourney Weaver, Harrison Ford, Alec Baldwin, Joan Cusack, Kevin Spacey...Tiene algunas escenas buenas pero otras muy convencionales, lo que hace que el conjunto no vaya más allá del mero pasatiempo.
Entretenida
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