Película de 1979 dirigida por George Miller. En un futuro nos encontramos con zonas casi fuera de la ley, donde algunas bandas provocan el terror de la gente y moviéndose como locos entre las ciudades. Un grupo de agentes especiales intenta poner el orden en las carreteras y se enfrenta a una de estas bandas.
Exitosa cinta australiana que fue el inicio de una saga y que lanzó al estrellato al jovencito que la protagonizaba: Mel Gibson. Miller coescribe y dirige en su debut un western futurista en el que cambia los caballos por motos, y con pocos medios hace una cinta hábil y muy entretenida. El argumento es muy sencillo, un grupo de descerebrados que abusan de los demás hasta que se enfrentan a un justiciero. No destaca especialmente en ningún aspecto salvo la eficiencia que demuestra al conseguir captar al espectador, entretenerle y que acabe satisfecho. Llamó la atención por su estética y por el enorme éxito que cosechó, llegando a convertirse en una película de culto.
Entretenida y muy eficiente.
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