Película de 2004 dirigida por Mike Mitchell. Un joven millonario excéntrico se da cuenta que está cargado de resentimientos hacia su familia y que eso le impide disfrutar de la Navidad. Así que decide volver a la casa donde pasó su infancia y le ofrece a la familia que allí vive que le "adopten" durante las fiestas a cambio de mucho dinero. El impacto que sufrirán es poco predecible.
Comedia navideña que no tiene nada de gracia, no tiene sentido y es predecible. Busca el humor presentando situaciones absurdas y queriendo someter a los protagonistas a las mayores tonterías navideñas posible, pero apenas funciona ninguno de sus gags. Mitchell no consigue apenas una sonrisa a pesar de no parar de intentarlo, lo cual es llamativo. Tiene un reparto llamativo que fracasa en su intento de mejorar la calidad, pues hasta sus interpretaciones son mediocres. Ni el reputado James Gandolfini ni el irregular Ben Affleck, ni las secundarias Christina Applegate ni Christine O'Hara (qué pena da recordarla cuando se compara en el divertidísimo "clásico" navideño Solo en casa).
Muy floja
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