Obra maestra de 1973 dirigida por George Roy Hill. Un trío de timadores engañan a un peatón y le roban para su sorpresa una gran cantidad de dinero. Sin saberlo, han robado a un mensajero de una banda que maneja apuestas y no va a tolerar que nadie le robe, por lo que manda a unos asesinos a liquidarlos. Sólo lo consiguen parcialmente y uno que escapa decide pedirle apoyo al timador más grande del país para vengarse.
Cuatro años después de la estupenda Dos hombres y un destino, Hill vuelve a reunir a esa pareja protagonista de gran lujo para hacer la película más redonda de su carrera y de las mejores de la historia de este arte. Todos los artistas involucrados están inspirados de forma que el resultado es una obra maestra imprescindible. Desde el excelente guion original de David S. Ward, pasando por la legendaria banda sonora de Marvin Hamilish, la dirección artística, el vestuario, la fotografía, las actuaciones y la propia dirección. El reparto está a una gran altura y destaca el trío protagonista: Paul Newman, Robert Redford y Robert Shaw. Hay escenas completamente icónicas y sólo el placer de ver a este trío de ases en su mejor momento es suficiente valor como para ver la película. Seguro que todos recuerdan sus sensaciones al llegar al final la primera vez que la vieron.
Imprescindible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario