Película de 1989 dirigida por Peter Weir. Comienza un nuevo curso en el exclusivo instituto Welton para chicos, donde un grupo de adolescentes afronta su último curso con la sorpresa de un nuevo profesor nada convencional. En vez de seguir las tradicionales y rígidas clases, les motiva a pensar por ellos mismos en vez de seguir al grupo, y a aprovechar cada momento siguiendo el lema carpe diem.
Gran película dirigida a adolescentes y al público en general que lleva algunos mensajes muy interesantes para la reflexión y motivación. El central es carpe diem, con la idea de que "somos comida para gusanos" y hay que aprovechar el tiempo que tenemos hasta entonces. O dicho de otra manera y parafraseando a Muhammad Ali, "no cuentes los días, haz que los días cuenten". La cinta tiene varios pilares importantes como el guión original de Tom Schulman que es fantástico aunque en algunos momentos decae sin necesidad (pero en otros brilla enormemente), la gran dirección de Weir alcanzando así su obra cumbre (o al máximo nivel con otras) al mantener un buen equilibrio dramático y no caer en excesos pero mantener una gran sensibilidad, y las excelentes interpretaciones de su reparto. En éste destaca a un sólido Robin Williams frente a un talentoso grupo de jóvenes entre los que están Ethan Hawke y Robert Sean Leonard.
Muy buena
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