Película de 1966 dirigida por Stanley Donen. Un profesor universitario americano especialista en el antiguo Egipto se ve envuelto en una trama de espías y asesinos cuando un jeque árabe le pide que descifre un pequeño mensaje escrito con jeroglíficos. Pero enseguida se verá metido en una red muy complicada de entender y saber en quién confiar.
Tras la exitosa Charada, Donen quiere repetir la fórmula de una cinta de intriga con algo de acción y humor y una pareja de leyenda como protagonista, eligiendo en esta ocasión a Gregory Peck y Sophia Loren. Tiene un buen arranque pero el desarrollo es un poco lioso y poco creíble, restando intensidad a la trama. También abusa de algunos movimientos de cámara para crear ciertos efectos que llegan a ser muy molestos en alguna escena. En cambio, tiene otras muy conseguidas con juegos de imágenes o alguna ocurrencia para la acción bastante acertada. Incluye varios giros en el desarrollo con el fin de sorprender pero no siempre funcionan, por lo que no llega a ser tan buena como la película citada. Aún así tiene mucho encanto, un buen estilo salvo por alguna escena y una pareja inolvidable.
Interesante.
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