Película de 2010 dirigida por Iciar Bollaín. Un equipo de cineastas se desplazan a la selva de Bolivia para rodar una película sobre Cristóbal Colón. Entre ellos, el productor se caracteriza por ajustar los costes al máximo para encajar todo en el presupuesto, el director que busca dar una visión dramática a la Conquista, y el grupo de actores con sus distintas motivaciones. Mientras, los habitantes locales inician una particular guerra por los derechos de uso del agua que no deja indiferentes a los extranjeros.
Cinta escrita por el escocés Paul Laverty que es guionista habitual de Ken Loach, por lo que es fácil imaginarse el sesgo que tiene el anterior. En esta ocasión denuncia el comportamiento de los españoles en la conquista usando términos tan habituales hoy en día como el de genocidio, lo que llama la atención viniendo de un británico. El vehículo para esta denuncia es una trama consistente en un equipo de cine que va a Sudamérica a rodar una película sobre este período y es testigo de que los indígenas siguen sometidos a la tiranía de unos pocos. El guion además contiene diálogos poco naturales y describe comportamientos poco creíbles. No obstante, hay que decir que está rodada con buen estilo y nivel, mostrando que Bollain tiene talento detrás de la cámara. Los actores tienen interpretaciones muy desiguales, siendo el mejor Luis Tosar. Por su mensaje, es recomendable para los alineados con el mismo.
Bien rodada pero historia sesgada en varios sentidos.
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