Película de 2013 dirigida por Eugenio Mira. Un joven pianista considerado como un niño prodigio va a dar su primer concierto tras cinco años sin aparecer frente al público. Está nervioso porque en su última actuación cometió algún error pero no puede imaginarse a lo que se va a enfrentar. Cuando empieza el concierto encuentra en su partitura una serie de amenazas increíbles.
Producción española pero de marcado carácter anglosajón sobre una persona que se ve en una situación extrema. Tiene un buen planteamiento inicial y hace un hábil uso de la música durante toda la cinta, pero la tensión no sólo no va creciendo sino que empieza a ir a menos cuando el espectador se da cuenta que la historia carece de sentido. Y es que parece que el argumento se atasca tras exponer una interesante situación, luego se pretende estirar y retorcer, y acaba de una forma simplista y hasta ridícula. Al menos no llega a lo absurdo de alargarla más de lo necesario (y aún así sobran minutos para lo que cuenta) pues tan sólo dura 75 minutos. Lo mejor es la interpretación de Elijah Wood que mantiene el tipo durante toda la acción y es una pena que se desaproveche la participación de John Cusack al dejarle sólo unos minutos de aparición.
Fallido thriller.
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