Película de 2012 dirigida por Genndy Tartakovsky. El conde Drácula tiene que criar a su hija él solo tras la muerte de su esposa causada por los humanos. Decide aislarse lo máximo posible de éstos y crea un hotel sólo para monstruos. Pero cuando el bebé se convierte en una joven con inquietudes le resulta imposible mantenerla encerrada, así que trama un plan para que vea que los humanos son tan malos como le ha contado siempre. Y todo parece funcionar hasta que un chico humano llega al hotel.
Simpática historia en la que se le da la vuelta a lo habitual de forma que son los aterradores monstruos clásicos del cine y la novela los que temen a los humanos. No trata de contar ninguna historia sino que utiliza esta idea para crear muchas situaciones y diálogos divertidos. Para ello se apoya básicamente en los simpáticos personajes que se crean inspirados en los más terroríficos personajes que se conocen. Los diálogos están llenos de pequeños detalles con gracia, explotando esta puesta inversa de los protagonistas. Por lo tanto, hace pasar un buen rato a la familia, en especial los niños, pero no deja ninguna huella.
Divertida.
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