Película de 2010 dirigida por Mike Newell. Un chico vagabundo es recogido por el rey de Persia y criado como otro hijo más. Así crece hasta que se hace adulto y se convierte en un experto guerrero que lucha junto a sus hermanos por defender su reino. Son engañados para atacar una ciudad santa y no puede sospechar que todo es parte de un plan para matar a su padre.
El éxito de algunos videojuegos es tal que son llevados a la gran pantalla para explotar el filón, como en este caso. La trama está bien pues mezcla muchas aventuras con una intriga adecuada y suficiente como para captar al espectador, aunque el aspecto fantástico puede no encajar a todos. El inconveniente es que se prima la acción por encima de todo y no se desarrolla el suspense tanto como debiera. Además, esta acción se inspira en el videojuego y le resta mucha credibilidad, centrándose en las piruetas circenses del protagonista y sus luchas imposibles. Seguramente hará las delicias de los aficionados al juego pero no a los demás. Tiene como protagonista al estupendo Jake Gyllenhaal en uno de sus papeles más flojos y al veterano Ben Kingsley, junto a Alfred Molina como secundario. Una pena porque por medios técnicos y artísticos y por el propio argumento se podía haber hecho algo mucho mejor.
Para los aficionados a los videojuegos de acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario