Película de 2006 dirigida por Alex Kendrick. El entrenador del equipo de fútbol americano de un instituto pasa por su peor racha personal y familiar, tanto que está a punto de perder hasta su empleo. Entonces se da cuenta que ha venido pensando en sí mismo, igual que los chicos el equipo, en vez de en los demás y en Jesús, así que decide dar un vuelco a su enfoque de la vida y verá cómo empiezan a cambiar las cosas.
Kendrick escribe, dirige y protagoniza una historia que pretende evangelizar al público. El argumento está bien, tiene buenos momentos y llega a ser hasta emocionante, pero tiene esa componente cristiana que no deja indiferente: o gusta mucho o será insoportable. Es la clásica historia de superación, de equipo, de esfuerzo, etc. vista muchas veces pero que en esta ocasión no está basada en hechos reales y utiliza la fuerza de la Fe como motor de cambio y vida. Desde el punto de vista artístico la película es muy justita aunque las escenas de fútbol están bastante bien rodadas. El resto, se nota que, en general, no son profesionales sino creyentes voluntarios los que participan. Por ello se trata de una película con mucho mensaje y poco interés en el vehículo como tal.
Bonita.
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