Película de 2013 dirigida por Paul Feig. Una estirada y rigurosa agente del FBI de Nueva York va a Boston para intentar atrapar a un importante traficante de drogas y pronto choca con una policía local de estilo muy peculiar por decir algo. Chocan frontalmente por las formas pero las dos están muy comprometidas con su deber, por lo que acabarán colaborando para desmantelar una red criminal.
Comedia al servicio de Melissa McCarthy con un duelo particular con Sandra Bullock, quien es la encargada de personificar lo opuesto de la primera. Ofrece algunos diálogos endiablados y un puñado de escenas muy divertidas que justifican toda la película. La trama policial en sí es algo secundario, el vehículo para proporcionar los momentos donde dejar a McCarthy que dé rienda suelta a su mordaz sentido del humor. El conjunto es algo irregular pues hay otras escenas poco acertadas porque buscan el humor con el ridículo de los personajes, algo ya muy agotado. Pero hay algunos momentos que son desternillantes, especialmente para los aficionados a esta cómica.
Cine palomitero.
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