Buena película de Sam Peckinpah de 1972 en la que hace un homenaje a ese espectáculo tan típicamente norteamericano y con miles de seguidores como es el rodeo. Es una historia sencilla y modesta sobre un hombre que se dedica a este mundo y vuelve a su ciudad natal para reencontrarse con su familia y retirarse. Habla sobre la relaciones en familia, las oportunidades perdidas y futuras, cómo vivir el presente, etc. Una gran historia de la mano de este genial director que da a esas relaciones y sentimientos encontrados un gran realismo. Se apoya en la maravillosa actuación de Steve McQueen quien aporta a su personaje matices que transmiten lo que piensa y siente. Está secundado por la brillante actuación Robert Preston como su padre, además de Ida Lupino, Barbara Leigh, Joe Don Baker, y otros. Podemos disfrutar de emocionantes imágenes de rodeo y de soberbios diálogos entre los personajes.Muy interesante y entretenida, teniendo por un lado la acción de este espectáculo y por otro una buena historia personal.
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