Película de 2012 dirigida por Martin McDonagh. Un guionista está escribiendo una película sobre siete psicópatas pero se le agotan las ideas y tiene buscar distintas fuentes de inspiración. Le pregunta a un par de amigos que se dedican a robar perros para luego cobrar las recompensas y que, sin sospecharlo, también encajan en el perfil que busca. La situación se complica cuando el último perro que han robado pertenece a un desquiciado criminal que no dudará en matar a cualquiera que se le cruce en su camino para encontrar a su mascota.
Comedia negra escrita y dirigida por McDonagh que parece querer consolidarse en este género no muy común, usando una historia de gángsteres y psicópatas asesinos de forma poco convencional y muy disparatada. Sigue la estela de Tarantino con largos diálogos y escenas violentas con mucha sangre, pero en vez de incluir golpes cómicos se trata de la perspectiva que adopta para contar la trama. Es un humor negro basado en situaciones absurdas y exageradas que no deja indiferente a nadie, o el espectador se rie o le parecerá una payasada sinsentido. Está por debajo de las realizadas por Guy Ritchie en su periodo británico hace algo máss de una década, pues no tiene su ingenio ni gracia. Lo mejor es el cuarteto protagonista con Sam Rockwell, Christopher Walken, Colin Farrell y Woody Harrelson, pues todos se mueven cómodos en sus roles pero es el primero el que más destaca.
Peculiar comedia sobre psicopatas asesinos.
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