Película de 2015 dirigida por Alain Gsponer. Heidi es una niña huérfana que llevan a vivir con el abuelo en una cabaña en los Alpes. A pesar de la mala acogida por parte del abuelo, la niña es feliz en las montañas en compañía de los animales y un amigo que saca a pasear las cabras por allí. Pero su tía viene a buscarla para llevarla a una gran ciudad ya que una buena familia busca una niña que haga compañía a su propia hija, postrada en una silla de ruedas. Aunque hace amistad con ella, añora su hogar.
Nueva adaptación del clásico infantil homónimo de la escritora Johanna Spyri de finales del siglo XIX. Prácticamente todo el mundo tiene en mente esta historia y Gsponer no duda en contarla fiel al original, evitando absurdas desviaciones para innovar o sorprender. Reconoce la belleza en el texto y pone su esfuerzo en contarlo con cariño, cuidando todos los aspectos de la realización. Ello da lugar a una película muy bonita, una historia bella y contada y mostrada con encanto. Las localizaciones son impresionantes, la ambientación estupenda y las interpretaciones magníficas, transmitiendo con simpatía y mucha sensibilidad lo que va sucediendo. Destacan la niña protagonista, una perfecta Anuk Steffe que con su sonrisa cubre ya parte del papel, y el abuelo al que da vida el gran Bruno Ganz y que llega a conmover al espectador, pero sin desmerecer al resto del equipo. No hay efectos digitales ni los necesita, es un cuento de "toda la vida" con suficiente belleza para gustar a toda la familia.
Muy bonita y buena.
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