Película de 2016 dirigida por Salvador Calvo. A mediados de 1898 un grupo de soldados llega a una isla de Filipinas para acabar con las revueltas que se están produciendo. Pero pronto se dan cuenta de la situación insostenible a la que se enfrentan y ven como única solución encerrarse en la iglesia del pueblo para intentar resistir a los ataques que temen que se produzcan de los nativos.
Calvo trae a la gran pantalla el último evento militar antes de la definitiva caída del imperio español. Es una producción española con muchos medios y eso se ve en la buena realización en general, todo bien localizado y recreado. El guión Alejandro Hernández es irregular combinando buenos momentos con algunos personajes bien desarrollados y diálogos sólidos con otros flojos, personajes insignificantes o poco creíbles y diálogos artificiales. Esto afecta mucho a la atmósfera de tensión y claustrofobia que se busca pero que se rompe varias veces y el espectador pierde el grado de interés. El reparto funciona decentemente con una pareja masculina de moda: Luis Tosar y Javier Gutiérrez. En cuanto al mensaje, parece que Calvo quiere ser ecuánime y se mueve entre la proclama patriota y la denuncia del fracasado imperio.
Interesante.
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