Película de 2016 dirigida por Steve Gukas. Un diplomático llega a la ciudad de Lagos enfermo y acude directamente al hospital. Aunque no está bien, sus síntomas no parecen inicialmente dramáticos ni coinciden con las enfermedades habituales. Una doctora empieza a sospechar que pudiera tratarse de ébola, pero no encuentra mucho apoyo. Lamentablemente, acaba teniendo razón y Nigeria tiene que dar una alarma global.
Producción nigeriana que capta el drama que se vivió en el 2014 con un brote de ébola, posiblemente la enfermedad más letal del mundo, y que sirve de homenaje a los que murieron entonces. La película parece un telefilm y acaece de un ritmo irregular, una realización pobre y actuaciones desiguales. El tema es interesante, más en la actual crisis sanitaria global que se vive, pero Gukas no consigue ni denunciar adecuadamente ineficiencias del sistema, ni empatizar adecuadamente con los protagonistas ni usar debidamente la tensión que por sí mismo tiene el asunto. Se ve como el típico entretenimiento de sobremesa y poco más. Llama la atención la presencia del veterano Danny Glover.
Interesante caso real.
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