Película de 2020 dirigida por Gavin O'Connor. Un hombre divorciado tiene graves problemas con el alcohol y su aislamiento de los amigos y familia es cada vez mayor cuando recibe la llamada de su antiguo instituto para ofrecerle el puesto de entrenador. Inicialmente ni lo considera pero su amor por este deporte, a pesar de llevar año sin practicarlo y no haber entrenado nunca, le hará aceptar el reto y liderar a un equipo que sólo conoce derrotas.
Cinta sobre retos deportivos pero que lo aúna con problemas personales muy severos y la diferencia así del numeroso grupo de películas inspiradoras de hazañas deportivas. Las escenas de baloncesto, tanto entrenamientos como partidos, son muy realistas y la combina con la historia dramática del entrenador que vive un calvario. Ésta solamente será difícil de digerir y O'Connor consigue un equilibrio nada fácil con éxito. Un pilar fundamental es la interpretación de su protagonista, un soberbio Ben Affleck, que demuestra cómo transmitir el dolor, la soledad, la impotencia y otros muchos sentimientos, también la alegría, sin exagerar ni caer en extremos artificiales. Un gran trabajo que eleva el resultado global. Es apta y recomendable para adolescentes en adelante por el tema del alcohol y el lenguaje.
Buena.
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