Película de 2010 dirigida por Paul Weitz. La pareja Follen tiene un par de mellizos y están a punto de celebrar su quinto cumpleaños, para lo que vendrán todos los abuelos. El abuelo materno, el ex-espía, está defraudado con su otro yerno porque ha engañado a su hija y se han divorciado, por lo que quiere aprovechar para asegurarse de la fidelidad de Gaylord. Casualmente, éste empieza una relación profesional con una representante de una farmacéutica que harán que las sospechas del suegro se agudicen.
Nueva entrega de esta exitosa saga donde se vuelven a explotar los extremistas personajes que participan. No aporta nada nuevo porque mantiene los mismos caracteres con sus respectivas excentricidades, sólo que dan al espectador nuevas situaciones (pero similares a las ya vistas). Es la peor de todas porque no se incorpora a nadie más ni se hace nada distinto, pero consigue hacer reír con las payasadas de unos y otros. Mantiene el reparto estelar de la anterior, lo que es su mejor activo.
Entretenida pero poco original.
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